
Tras sufrir un accidente de tráfico con daños materiales o personales, lo más habitual es necesitar el asesoramiento de un abogado experto en la materia; sea abogado particular o del seguro. Esto es porque es aconsejable que sea un profesional quien nos explique nuestros derechos y la forma de hacerlos valer; y también quien revise la indemnización que nos ofrece la parte contraria; para comprobar si se trata de una cantidad menor de la que nos corresponde. Es bastante común que la oferta inicial de la aseguradora sea inferior a lo que indican las tablas del baremo; por lo tanto es necesario acudir a los tribunales para obtener una indemnización justa.
No obstante, es posible que, aun teniendo claro cuáles son los beneficios de contar con un abogado, dudemos entre acudir a un abogado particular o recurrir al abogado de los que nos proporciona el propio seguro. En el presente artículo vamos a desgranar las particularidades; así como los pros y los contras de cada opción, para ayudarte a tomar la mejor decisión.
Abogado particular frente al abogado del seguro
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Cuando sufrimos un accidente de tráfico y llega la hora de reclamar por todos los daños y perjuicios es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado especializado para que no se quede excluida ninguna partida indemnizatoria. Llegados a este punto; tenemos la opción de elegir a un abogado designado por la propia aseguradora o ejercer el derecho a la libre elección de abogado particular; y elegir uno de nuestra confianza, reintegrando la aseguradora una parte importante o en algunos casos la totalidad del coste que suponga esta designación.
Beneficios de contar con un abogado particular
Confianza:
La primera ventaja de elegir un abogado particular es que podemos elegir el profesional de forma libre, esto nos da la oportunidad de buscar a un especialista en accidentes de tráfico, pero que, además, sea de nuestra confianza. Nos permite pedir referencias e, incluso, cambiar de abogado si en un momento dado perdiese nuestra confianza.
En este sentido, es importante tener en cuenta que debemos preocuparnos por buscar un abogado especializado; y no dejarnos llevar por las referencias positivas de otras personas que utilizaron sus servicios para asuntos completamente distintos; como un proceso de divorcio, la repartición de una herencia o un problema en la comunidad de vecinos. Es recomendable acudir a varios despachos para contrastar la forma de trabajar de cada uno de ellos; y de esta forma elegir uno con el que sentirnos cómodos y que sea de nuestro agrado.
Coste o Precio:
Una de las principales preguntas que nos hacemos cuando necesitamos asesoramiento jurídico es cuánto cobra un abogado. Un abogado particular tiene unos honorarios que pueden ser muy variables entre un profesional y otro. No obstante, esto, lejos de ser una desventaja, es otro de los beneficios de contar con un abogado particular, ya que lo más habitual es que los abogados especialistas en accidentes de tráfico cobren a comisión, es decir, que cobren un porcentaje de la indemnización que consigan. Esto garantiza, en cierta manera, su plena implicación y dedicación para velar por nuestros intereses que se convertirán en los suyos propios, ya que su interés será el de que se valoren correctamente todos los daños y perjuicios sufridos para obtener la mayor indemnización posible.
No hay conflicto de intereses:
Otro de los beneficios que presenta la contratación de un abogado particular está directamente relacionada con que seremos sus únicos clientes, ya que evita cualquier conflicto de intereses que pueda surgir con el abogado de la aseguradora cuyo cliente, en realidad, es la compañía. Esto puede ocasionar problemas cuando la aseguradora del contrario es la misma compañía que la nuestra y aunque sea diferente; por la existencia de acuerdos internos entre las distintas compañías aseguradoras ya que al fin y al cabo se encuentran en el mismo negocio; y entre ellas existe mucho corporativismo.
La póliza tiene cobertura de defensa jurídica:
Otra ventaja de elegir un abogado particular es que la póliza propia tiene una cobertura de defensa jurídica; por la que estamos pagando en todas las cuotas y que cubre los gastos del abogado designado de forma particular; cubriendo en algunos casos la totalidad de lo abonado.
Beneficios del abogado del seguro
Cuando optamos por el abogado del seguro, existen dos beneficios principales. El primero es el precio, ya que en principio será gratuito. De esta forma, evitaremos las preocupaciones relativas a cuánto me puede cobrar un abogado, que surgirán inevitablemente si acudimos a un despacho particular. Eso sí, es importante revisar con detenimiento la póliza del seguro para saber qué servicios quedan incluidos y cuáles no, ya que hay ocasiones en las que se establece un límite económico o se excluyen gastos como el peritaje, el procurador o las tasas judiciales.
El otro beneficio principal es la comodidad de no tener que hacer trámites y que sea el propio seguro el que se encargue de todo, nos asignarán un abogado que en la mayoría de los casos ni llegaremos a ver.
¿Es mejor contar con un abogado particular o con el abogado del seguro?
Aunque analizando las ventajas e inconvenientes de cada opción la respuesta parece bastante clara, lo cierto es que a la hora de la verdad se trata de una cuestión muy personal que puede variar de una persona a otra, ya que cada cliente priorizará distintos aspectos.
En principio, hemos de tener en cuenta que el abogado de nuestra compañía aseguradora cobrará lo mismo a final de mes con independencia de la resolución de nuestra indemnización y que el número de casos que gestiona suele ser muy superior al de un abogado particular; por lo que el tiempo invertido en cada litigio será inferior.
Además, su cliente no somos nosotros, sino nuestra compañía aseguradora; por lo que en ningún caso pelea por nuestros intereses ni sigue nuestras directrices; sino que obedece a los dictámenes de la compañía aseguradora que lo contrata.
Por otra parte, al designar un abogado particular este será de nuestra plena confianza porque ha sido elegido por nosotros y no por la compañía, será más accesible y aunque puede que nos resulte más caro, deberíamos tener en cuenta que es altamente probable que consiga una indemnización mayor, por lo que la cantidad que percibamos será mayor y la inversión debería salirnos rentable.
La recomendación general es acudir a un abogado particular siempre que sea posible:
Pero sin olvidarnos de seguir una serie de recomendaciones, como son:
- Asegurarnos de que realmente escogemos un abogado experto en accidentes de tráfico y con amplia experiencia en la materia
- Leer con detenimiento las cláusulas de nuestra póliza para determinar lo que incluye el asesoramiento jurídico y lo que no
- No ocultar información ni documentos a nuestro abogado para que pueda ayudarnos a conseguir la mayor indemnización posible.
Como hemos visto, para reclamar los daños y perjuicios sufridos en un accidente de tráfico contar con un abogado experto en la materia es prácticamente imprescindible. Si bien es posible quedarse con el abogado que nos ofrezca nuestra compañía aseguradora; el hecho de poder elegir al letrado es una opción muy interesante para sentirnos verdaderamente acompañados por uno de confianza en todo el proceso de reclamación; así como para conseguir la máxima indemnización posible.