
Una persona tiene el derecho de decidir si declarar o no ante el juez de instrucción o de guardia. El derecho a guardar silencio es un principio legal establecido en el artículo 17.3 de la Constitución española. Para tomar la decisión deberá evaluar los pros y los contras de su declaración de acuerdo con su situación.
¿Cuándo una persona está en situación de declarar ante un juez de instrucción o de guardia?
Contenidos
- 1 ¿Cuándo una persona está en situación de declarar ante un juez de instrucción o de guardia?
- 2 ¿Por qué conviene declarar ante el juez?
- 3 Argumentos por los que a un detenido le conviene negarse a declarar ante un juez
- 4 ¿Cómo transcurre la declaración ante el juez de instrucción o de guardia?
- 5 ¿Qué pasa después de la declaración?
La situación más habitual en la que una persona se enfrenta a un juez de instrucción o de guardia es cuando ha sido detenida por la policía o la guardia civil. Se la conducirá a la oficina policial y se le solicitará una declaración. Los abogados suelen aconsejar que no se declare en sede policial, haciendo uso de su derecho a guardar silencio.
La policía o la guardia civil puede llevar al detenido ante un juez para que este determine si la deja en libertad o se resuelve su ingreso a la prisión. Para resolver el caso, el juez solicitara al detenido que declare. También en esta situación, la persona puede negarse a declarar ante el juez.
¿Cómo saber cuándo declarar o cuándo negarse? La regla general dice que el detenido debería declarar cuando su declaración puede servir para archivar el proceso sin llegar a juicio o para ganar el futuro juicio. Por lo tanto, la persona deberá valorar el aporte de su declaración y, si tiene dudas, será mejor negarse. Como es lógico, la presencia de un abogado con experiencia se hace imprescindible en estas situaciones.
¿Por qué conviene declarar ante el juez?
Las circunstancias, la habilidad de la persona detenida, la información que puede aportar, condicionan el efecto de su declaración en la valoración del caso. Los beneficios hipotéticos de la declaración son:
Ejercer su derecho a defensa
Esta es la razón fundamental que avala la declaración ante el juez de instrucción o de guardia. Al declarar ante un juez de instrucción o de guardia, el acusado tiene la oportunidad de defenderse y explicar su versión de los hechos, lo que puede ser muy útil para su caso.
La declaración puede influir en la decisión del juez
En la declaración la persona ofrece al juez razones para pensar que quizás no haya cometido el delito, que es confiable y puede quedar en libertad.
Argumentos por los que a un detenido le conviene negarse a declarar ante un juez
Los posibles riesgos que conlleva una declaración son:
Autoincriminación
Si el acusado no está acostumbrado a declaraciones judiciales, puede no ser cuidadoso con sus respuestas y auto incriminarse sin darse cuenta, lo que perjudicaría su caso.
Cuando un acusado no está preparado para la declaración, sus respuestas pueden ser equivocadas, incompletas o dar lugar a interpretaciones que lo perjudiquen.
Uso de la declaración en el juicio
Si el caso llega a juicio, la declaración del detenido puede ser usada en su contra. Si se contradice en sus declaraciones, por ejemplo, se afectará la credibilidad ante el juez.
¿Cómo transcurre la declaración ante el juez de instrucción o de guardia?
Las situaciones en las que se presta declaración ante el juez de instrucción o de guardia no son todas exactamente iguales. Generalmente la declaración se realiza en la Oficina Judicial o en una Sala del Juzgado, dependerá de la disponibilidad del organismo judicial. El interrogatorio será dirigido por el Juez, quien decidirá qué preguntas son pertinentes o no, atendiendo a los criterios legales.
El proceso sigue los siguientes pasos:
1. Identificación del juez
El juez de instrucción se identificará y explicará el motivo de su presencia.
2. Lectura de derechos
El juez leerá los derechos que tiene la persona: derecho a guardar silencio, derecho de asistencia letrada, derecho a presunción de inocencia, derecho a conocer los hechos imputados, derecho a la defensa. Se le hará saber que, si no tiene abogado o no puede pagar uno, el estado se lo proveerá.
3. Información sobre los hechos
Informará a la persona sobre los hechos que se están investigando y por los que está presente en esta instancia. En caso de que sea una declaración como imputado, se le explicarán los cargos que se le atribuyen.
4. Declaración
El juez le informará que el acusado tiene derecho a negarse a no auto incriminarse y a no responder a las preguntas que no quiera contestar. Si la persona decide hacerlo, prestará declaración ante el juez, quien realizará preguntas sobre los hechos que se están investigando.
5. Presentación de pruebas y alegatos
La persona o su abogado aportarán pruebas o argumentos que consideren pertinentes para la defensa.
6. Cierre de la declaración
El juez informará al declarante los siguientes pasos del proceso y si deberá presentarse nuevamente en fecha posterior.
El abogado ayudará a su cliente a preparar su declaración y se asegurará que, durante todo el proceso, se respeten sus derechos.
¿Qué pasa después de la declaración?
Después de que un detenido ha prestado declaración ante el juez de instrucción, el proceso judicial puede seguir distintos caminos.
Libertad del detenido
En función de la declaración y de las pruebas, el juez puede considerar que no existen indicios para mantener la acusación del detenido. En consecuencia, decidirá la libertad de la persona.
Prisión provisional
Puede ocurrir que el fiscal solicite la prisión provisional. Esto ocurre cuando los hechos son graves o cuando la persona tiene antecedentes que constituyen un riesgo para el proceso. La persona estará en prisión mientas continúa la investigación.
Imputación formal
Si de la declaración surgen indicios claros que muestren la culpabilidad del acusado, el juez podrá imputarlo formalmente y poner en marcha el proceso penal.
Con respecto al caso, el juez podrá ordenar la continuación de la investigación para recabar más pruebas sobre los hechos que se investigan. También puede proceder al archivo del caso, cuando considera que no existen indicios de culpabilidad o que los hechos denunciados no son constitutivos de un delito.
Decidir si declarar o no declarar ante un juez de instrucción o de guardia no es sencillo. De esta decisión puede depender el futuro del procedimiento. Es muy importante contar con un abogado para asesorarse en cada decisión. El profesional explicará a su cliente los procedimientos legales y le ayudará a preparar sus declaraciones. De esta manera velará por sus intereses durante todo el proceso.