
En cualquier infracción penal existe una figura sobre la que recae la responsabilidad de la comisión del acto delictivo, conociéndose esta como responsabilidad civil derivada del delito.
En este artículo analizaremos el marco jurídico que la regula, así como las partes que podrían resultar imputadas.
Qué es la responsabilidad civil derivada del delito
Contenidos
Dentro de la libertad de actuación de los ciudadanos, existen determinadas acciones que en el contexto de la comisión de un acto delictivo, se dice que el causante adquiere responsabilidad civil (o, simplemente, responsabilidad civil derivada del delito).
Dicha responsabilidad se refleja en tres órdenes jerárquicos, a saber:
- Restitución de la situación o del bien dañado
- Reparación del daño causado
- Compensación económica a la parte perjudicada
Marco jurídico de la responsabilidad civil
En el marco del derecho civil, encontramos el concepto de responsabilidad civil derivada del delito, que se atribuye al causante o causantes de este.
La responsabilidad civil derivada del delito se delimita en los artículos 109 y siguientes del Código Penal (CP), y en los artículos 1902 y siguientes del Código Civil (CC).
El Código Penal establece la obligación de restituir los daños y perjuicios causados por el acto delictivo.
A su vez, el Código Civil obliga a reparar el daño a todo el que lo haya causado por acción, omisión, culpa directa o negligencia.
Esto significa que todo daño o perjuicio ocasionado a alguien conlleva una responsabilidad civil a ser satisfecha por la parte que lo causa, tanto si el hecho en sí mismo constituye un delito o no.
Responsabilidad civil en un siniestro de tráfico
En el contexto de un siniestro vial, el texto del Real Decreto Legislativo 8/2004, de 29 de octubre, expone que el conductor de un vehículo es el primer responsable de los daños que podrían ser causados a bienes o personas como consecuencia de la conducción.
Responsabilidad civil de empresarios
Un empresario o administrador de una empresa, normalmente tiene una serie de riesgos asociados a su actividad empresarial.
En función del tipo de actividad los riesgos pueden ser mayores o menores, pero en cualquier caso suele ser habitual la contratación de seguros de responsabilidad civil que cubren esta serie de riesgos inherentes a las profesiones.
Un ejemplo de este tipo de responsabilidad civil sería el siguiente: tenemos una tienda y un cliente entra en ella. Al estar el suelo mojado y en malas condiciones de mantenimiento resbala y se cae, ocasionándose daños varios.
El cliente entonces tendrá derecho a reclamar una indemnización por caída, debiendo adjuntar toda la documentación necesaria en estos casos, como partes de lesiones, declaración de testigos, etc.
Tipos de responsabilidad civil
El CC establece dos tipos de responsabilidades civiles, en función de quién es el causante de los daños y quién debe hacerse cargo de su compensación
Son la Responsabilidad subjetiva y la Responsabilidad objetiva:
- Responsabilidad subjetiva: se enraíza en el responsable, cuya acción directa (culpable o negligente) ha causado el daño y al cual se le debe exigir su reparación.
- Responsabilidad objetiva: se fundamenta en las actividades que entrañen un riesgo potencial, no teniendo en cuenta tanto al responsable de la culpa sino a quien responda por él.
En los accidentes de tráfico, el responsable civil directo de los daños producidos es la compañía aseguradora del vehículo, que es quien debe hacerse cargo de los mismos.
Por tanto, todo aquel conductor que cause un daño personal o material, ya sea por acción u omisión a un tercero, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a repararlo.
Quién puede ser civilmente responsable
El capítulo II del CP también recoge quiénes son las personas civilmente responsables de una infracción: la responsabilidad civil que surge de un delito no siempre recae solo en la parte infractora, y en este contexto surge la figura de las compañías aseguradoras.
La responsabilidad civil puede ser atribuida conjuntamente a estas por haber asumido la responsabilidad pecuniaria derivada de las consecuencias de alguna conducta de riesgo asegurado, en este caso, como hemos comentado con anterioridad, las aseguradoras son responsables civiles de forma directa de los daños.
Por lo tanto, para poder reclamar el pago de una indemnización por responsabilidad civil derivada de un delito en un accidente de tráfico, es necesario acreditar la comisión de alguno de los delitos recogidos en el CP, y no limitarse a la observación de una infracción tipificada en el código de circulación.
De lo contrario la reclamación debe formularse por vía civil a tenor de lo establecido en el artículo 1902 del Código Civil.
Responsable civil directo y responsable civil subsidiario
Responsable civil directo
Esta figura es sobre la que recaería íntegramente la responsabilidad de un acto u omisión que haya provocado daños terceros.
Normalmente, las coberturas de responsabilidad civil de los seguros no cubren los daños que una persona provoque a otra.
Responsable civil subsidiario
Se deriva del daño provocado a otra persona cuando actúa por cuenta de un tercero, el cual se hará responsable de forma subsidiaria del daño ocasionado.
Cabe destacar que esta figura solo deberá responder de las consecuencias del delito si su autor es objeto de una condena penal donde se recoja tal responsabilidad, y habiendo sido este declarado insolvente (al no poder satisfacer el pago de la responsabilidad civil).

En accidentes de tráfico, el responsable civil directo de los daños producidos es la compañía aseguradora del vehículo. Será la aseguradora quien se haga cargo de la reclamación de los daños producidos a los afectados.
Esto ocurre por ejemplo en el caso del propietario de un vehículo implicado en un accidente de tráfico en el que su conductor sea el culpable del mismo.
El propietario del vehículo implicado responderá como responsable civil subsidiarios de los daños y perjuicios ocasionados.
Hacer una breve mención al artículo 121. C del CP, donde se establece la responsabilidad civil subsidiaria del Estado cuando el responsable del delito cometido haya sido una persona o entidad pública (funcionarios, agentes o contratados en el ejercicio de sus funciones).
Todo delito lleva aparejada una responsabilidad civil, tan importante es valorar todas las partidas indemnizatorias para que se produzca la reparación íntegra del daño, como saber contra quién dirigir la acción para que se resuelva con éxito, consulte a un abogado penalista especialista en responsabilidad civil.